lunes, diciembre 31, 2007

Carta del Padre General a la Provincia Dominicana

P. Rafael Rodríguez, MSC, Provincial
Misioneros del Sagrado Corazón
Estimado Rafael y todos los compañeros de la Provincia de la República Dominicana,
Muchos saludos desde Roma y mis mejores votos por el Año Nuevo 2008. ¡Qué sea un año de paz y de gracia por todos ustedes!
En primer lugar, muchísimas gracias a ti, Rafael, y a todos (MSC y laicos) por su hospitalidad y su acogida durante mi visita en el mes de noviembre. Para mí fue un verdadero placer ver a tantos hermanos a quienes conozco desde 30, 40, 45 años y conocer a otros por primera vez. En otra ocasión regresaré y programaré visitas a Cuba y a Curaçao.
Quisiera aprovechar esta ocasión para felicitar a todos ustedes por su vida comunitaria y su trabajo pastoral. Ninguna Provincia es perfecta, pero ustedes tienen mucho positivo en estos dos campos y ¡podrían fácilmente ser causa de envidia para muchas otras entidades en la Congregación!
Ya en el comité preparativo para el Capítulo General de 1969 se hablaba de la (entonces) misión de la República Dominicana como modelo de vida comunitaria. Ustedes han conservado la tradición de reunirse varias veces al año y esto, sin duda, ha fortalecido el espíritu de unidad tanto en la vida como en la misión. ¡Felicidades!
Además tienen un buen número de parroquias que son verdaderamente vivas y también otras obras más específicas: el Monte de Oración, la imprenta, pastoral universitaria, programas de formación de adultos, varias iniciativas de promoción social... También tienen tres casas de formación (Centro vocacional, El Palmar y Port-au Prince) y fundaciones en Cuba y Curaçao y, si Dios quiere, próximamente en Québec. Están también todos los grupos de laicos en relación con nosotros con su vida y sus obras. Ustedes trabajan mucho y trabajan bien. De nuevo, ¡felicidades!
Por otra parte, todo este éxito es también un gran desafío para ustedes. No pueden hacer todas estas cosas y seguir respondiendo a las necesidades de hoy en la República Dominicana, en Haití y en otras partes del mundo. Es necesario un tipo de plan para el futuro con sus prioridades y sus líneas directrices. Para poder hacer bien todas las cosas que debemos hacer, tenemos que dejar unas cosas para asumir otras. Este proceso exige tiempo, mucho compartir (hablar y escuchar en comunidad) y discernimiento. Si puedo darles un consejo, sería trabajar en esta línea para preparar el futuro. La carta enviada a las Provincias europeas el año pasado vale también (mutatis mutandis) para provincias jóvenes como la suya.
Como es el caso en todas las jóvenes provincias de la Congregación, ustedes han heredado muchas parroquias de la época de la fundación de la misión. Hoy en día tener unas parroquias bien atendidas es siempre una prioridad pero el acento debe estar en otras obras conformes con los signos de los tiempos. El clero diocesano es el grupo indicado para trabajar en la mayoría de las parroquias.
Sin duda tienen muchos desafíos pero, para mí, planificar el futuro es el principal. Qué Dios les ayude en todo.
In Corde Jesu,

Marcos McDonald, MSC
Superior General

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CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS
Te saludamos, Corazón admirable de Jesús.
Te alabamos, te glorificamos, te damos gracias,
Te ofrecemos nuestro corazón, te lo entregamos y consagramos.
Recíbelo y poséelo entero, puríficalo, ilumínalo y santifícalo,
A fin de que vivas y reines en él, eternamente,
Por los siglos de los siglos. Amén
."
Misioneros del Sagrado Corazón, MSC.
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