Cuando Jesús acepta la invitación de Zaqueo para cenar en su casa la gente exclama escandalizada: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador! En realidad tienen razón, porque Zaqueo es publicano y pecador. Mas hospedándose en su casa, Jesús le ofrece amistad, un gesto que Zaqueo sorprendido y agradecido, acepta con gozo. El desenlace de esta historia manifiesta claramente los reducidos límites hasta donde llega nuestro conocimiento del corazón humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por visitar nuestra página. Puedes firmar tu comentario y debajo, escoger la opción anónimo si no tienes cuenta en google...