El padre Rodolfo ha sufrido muchas complicaciones de salud en las últimas semanas. A esto se le añade su avanzada edad. Su fortaleza y su ánimo han sido minados por esas complicaciones y ha estado interno varias veces. En esta semana está nuevamente en su casa, ya que la atención médica hospitalaria no tiene nada nuevo que ofrecerle y, por lo tanto, no se requiere internamiento.
Al padre Rodolfo no le ha faltado la atención cercana ni la oración constante de quienes lo conocen o forman parte de su entorno familiar y eclesial. La preocupación por él en este momento es también un signo misericordioso que consuela y da confianza para ponerlo en las manos del Señor, a quien él se entregó sirviendo en el apostolado sacerdotal y de atención a los enfermos, sus predilectos.
Como recomienda la fe que compartimos con el padre Rodolfo, sigamos intercediendo por él y roguemos al Dios de la vida para que le auxilie con la gracia del Espíritu Santo, le conceda la salvación y le conforte en su enfermedad...
EL SEÑOR LE SANE Y SE APIADE DE
ResponderEliminar